El hidrógeno puede ser clave para la descarbonización de la economía, parte de la solución para lograr la neutralidad climática en 2050 y un instrumento útil para desarrollar cadenas de valor industriales innovadoras, así como una economía verde de alto valor añadido. Estas y otras oportunidades y desafíos del hidrógeno fueron el tema de la charla que impartió Fernando Palacín, director gerente de la Fundación Hidrógeno Aragón, ante los socios del Club de Opinión “Lucas Mallada” en el restaurante Las Torres de Huesca el pasado 22 de febrero.
Palacín realizó una interesante presentación sobre la situación actual y las perspectivas del hidrógeno. “Hay muchas novedades positivas últimamente, porque creo que en dos años hemos avanzado lo que no se había conseguido en ocho o diez, pero también necesitamos un poco de sensatez”, señaló al inicio.
EL HIDRÓGENO, TECNOLOGÍA CLAVE
El director gerente de la Fundación Hidrógeno Aragón habló del hidrógeno en España como tecnología clave para alcanzar los hitos de descarbonización climática que Europa se ha propuesto para los próximos años, pero recordó todo el camino que aún queda por recorrer, a pesar de que en Aragón se trabaja hace 20 años de forma pionera en la generación, almacenamiento, distribución y utilización del hidrógeno, así como en aspectos formativos, regulativos o normativos.
También destacó la cadena de valor del hidrógeno, que “puede ayudar a descarbonizar actividades económicas y también se puede aprovechar para crear otras nuevas, si conseguimos desarrollar bien esta tecnología”.
Pasando de lo global a lo concreto, Palacín explicó que “si miramos la evolución de los combustibles en la historia de la humanidad, el combustible a utilizar de forma masiva después de los actuales, fósiles, sería el hidrógeno”. Pero este experto considera que, aunque el hidrógeno ya lleva años usándose, “a esta tecnología le falta aún punto de madurez, investigación, formación, conocimientos y regulación para llegar al mercado, para poder utilizarla y que sea competitiva”.
VECTOR, NO FUENTE DE ENERGÍA
También recordó que “el hidrógeno, en general, hay que obtenerlo, por eso se dice que no es una fuente de energía. Es un vector, hay que producirlo. Y por cada kilo de hidrógeno que se produce, se emiten entre 8 y 10 kilos de CO2 a la atmósfera, si se hace a partir de combustibles fósiles como el gas natural. La huella de carbono es importante”.
Palacín recordó que el Acuerdo de París, firmado en 2015 por 193 países y la Unión Europea, incluye compromisos de todos los países para reducir sus emisiones y colaborar juntos a fin de adaptarse a los impactos del cambio climático. “En 2050 en Europa tenemos que ser neutros en tema de emisiones”.
El hidrógeno puede ser un valioso vector energético para usos finales, donde sea la solución más eficiente en el proceso de su descarbonización, como la industria intensiva en hidrógeno y procesos de alta temperatura, transporte pesado de larga distancia, transporte marítimo, transporte ferroviario o aviación. Para Fernando Palacín, “la apuesta por el hidrógeno estaría orientada no solo a la descarbonización energética de Europa, sino también a su reindustrialización”.
MARCO LEGAL E INVERSIONES
El marco legal para esta nueva tecnología surgió con el nacimiento de la Alianza Europea de Hidrógeno Limpio, creada en 2020 para apoyar el despliegue a gran escala de tecnologías de hidrógeno limpio para 2030. Reúne la producción de hidrógeno renovable y con bajas emisiones de carbono, la demanda en la industria, la movilidad y otros sectores, y su distribución. Sus miembros provienen de la industria, las autoridades públicas, la sociedad civil y otras partes interesadas.
Aun así, las inversiones realizadas en el desarrollo de esta tecnología ya habían sido importantes. “Desde 2007-2008, Europa apostó por llevar el hidrógeno al mercado. Se pretende crear a nivel interno 10 millones de toneladas de hidrógeno al año y se importan otros 10 millones de toneladas desde África, Rusia, Chile, Estados Unidos… para llegar a ese objetivo 2050 de emisiones neutrales en Europa. Seguiremos siendo parcialmente dependientes del exterior”.
LOS COLORES DEL HIDRÓGENO
Fernando Palacín explicó a los asistentes las diferencias entre los tipos y “colores” de hidrógeno, destacando que “la apuesta principal es por el hidrogeno verde, pero necesitamos que sea igual de competitivo o más que el hidrógeno gris o azul”.
Algunos de los obstáculos a los que se enfrenta el desarrollo del hidrógeno son de tipo financiero, porque “es complicado encontrar modelo de negocio a día de hoy sin el apoyo de la entidad públicas”; tecnológico, porque “en el caso de la inyección de hidrógeno en la infraestructura existente de gas natural para su uso y/o transporte, se está estudiando si dicha red sería técnicamente viable puesto que la idea es ir mezclando gas e hidrógeno”, y normativo, porque “aún se están desarrollando los marcos normativos y regulatorios, y ya hay muchos proyectos pilotos en marcha”.
Pero, asegura que “se han acelerado los plazos y en los próximos tres años se sentarán las bases”. Este experto en hidrógeno auguró que, de acuerdo a ciertos estudios realizados a nivel mundial, en 2050 el principal continente que producirá hidrógeno será África, junto a América y Oriente Medio.
El director gerente de la Fundación Hidrógeno Aragón insistió en que se va avanzando en una transición energética y ecológica pero que tiene que ser tecnológica, y «en función de las necesidades energéticas del usuario final, una tecnología le será más afín que otra. En el caso del hidrógeno, su versatilidad y horizontalidad le da una serie de ventajas, pero se sigue trabajando en sus eficiencias energéticas y por tanto en su competitividad. Para fabricar un kilo de hidrógeno necesitamos unos 60 – 80 kWh y el 80 % del coste dependerá del precio de la electricidad, es decir, puede costar entre 4 y 10 euros. Con un kilo podrías recorrer actualmente 100 km en un coche eléctrico de pila de combustible de hidrógeno, pero no hay que descartar que en esta transición energética los motores de combustión podrían acabar alimentados por hidrógeno”.
APUESTA POR EL HIDRÓGENO
Según el Plan Nacional de Energía, en 2030 el 74% de la generación eléctrica tiene que ser renovable y se apuesta por el hidrógeno. “Hay previstos 1 550 millones de euros en ayudas a nivel nacional derivados del PERTE ERHA”, añadió Palacín, que mostró el mapa de iniciativas de esta tecnología en España.
Palacín considera esencial la creación y el fomento de un entorno favorable para la oferta y demanda de hidrógeno. “Cualquier nuevo marco ha de priorizar, en la primera fase de despliegue, los proyectos de producción de hidrógeno renovable vinculados al uso final de la industria, así como los de movilidad, sobre otras opciones”.
En este sentido, Fernando Palacín destacó que juegan un papel muy importante la creación de “valles de hidrógeno”, donde se concentra espacialmente la producción, transformación y consumo aprovechando la aplicación de economías de escala. “Aquí tenemos el Corredor del Hidrógeno del Ebro, con Aragón, el País Vasco, Navarra y Cataluña y la iniciativa empresarial SHYNE, para intentar tener una dimensión superior de proyectos, caminar hacia la consecución de una economía de escala mayor y hacer el hidrógeno más competitivo”.
HIDRÓGENO Y TRANSPORTE
Respecto a la cadena de valor, Palacín explicó que el hidrógeno ya se aplica en casi todos los sectores del transporte. “Los primeros nichos son aquellos que ya se consume hidrógeno a día de hoy pero producido a partir de combustibles fósiles. Este hecho propiciará la aplicación del hidrógeno renovable en otros sectores como la movilidad y el transporte, el ferrocarril, el marítimo y el aeronáutico, pero siempre apoyándose en los tiempos adecuados de implantación”.
La formación y la regulación son dos temas definitivos, en opinión de Palacín. “La parte de I+D+i es básica y fomentar la reindustrialización de Europa, para que el continente recupere un liderazgo industrial a nivel mundial. Este aspecto es clave. No obstante, en España somos un potencia en hidrógeno a nivel de I+D y tenemos que incrementar la transferencia tecnológica a las empresas”.
La normativa es otro desafío. “La ejecución de los proyectos de hidrógeno a día de hoy presentan una carencia en aspectos normativos, pero se está trabajando a todos los niveles, principalmente desde la administración pública.”
Respecto a la situación del desarrollo del hidrógeno en España, Palacín es claro: “En España no podemos únicamente jugar el rol de exportar hidrógeno verde a Europa. Debemos aprovechar nuestro potencial para hacer nuestros sectores productivos más competitivos gracias a su descarbonización, a la par que desarrollamos la tecnología y los bienes de equipo necesarios y que va a demandar el sector”.
En cuanto al futuro, el especialista considera que el hidrógeno será un vector básico. “Unirá varios sectores inmensos, el eléctrico, el gasista y el petróleo, y esto va a suponer un cambio de paradigma”.
DEBATE
Los socios del Club de Opinión “Lucas Mallada” plantearon al ponente distintas cuestiones relacionadas con las energías sostenibles, su desarrollo y rentabilidad. También preguntaron por proyectos que han surgido en torno al hidrógeno en Huesca, en otras localidades y en otros países, o por posibles soluciones domésticas y el futuro de la eficiencia del hidrógeno. Al final, se generó debate sobre los puestos de trabajo y el futuro tecnológico, y sobre la transición energética.
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