Carlos Royo, profesor oscense de la prestigiosa escuela de negocios ESADE, fue el protagonista de la última charla online del año del Club de Opinión Lucas Mallada de Huesca, el 16 de diciembre.

El responsable de presentar al ponente fue su padre, Miguel Royo, miembro de este Club de Opinión. Carlos Royo es Doctor en Psicología Social y las Organizaciones por la Universidad de Barcelona, Master en Recursos Humanos por la Universidad Politécnica de Cataluña y Postgraduado en Análisis y Conducción de Grupos en las Organizaciones (Universidad de Barcelona).

Además de su amplia trayectoria profesional en el mundo de la empresa, actualmente es profesor de la Asignatura LEAD (Leadership Assessment and Development) en ESADE, para el desarrollo de Competencias Profesionales enfocadas al Liderazgo desde el Modelo de Inteligencia Emocional. También imparte clases de Psicología de Organizaciones en varios Masters de la Universidad de Barcelona, donde también es profesor asociado.

La interesante charla de Carlos Royo se centró en diferentes reflexiones, partiendo de datos y gráficos, sobre a dónde va la fuerza laboral tras la Covid-19.

Antes de comenzar, Royo quiso destacar a los miembros del Club que “os debemos mucho a los mayores”. Y añadió que “en estos tiempos en los que se deja a los mayores un poco de lado, pienso que una sociedad que no tiene en cuenta a los senior, es una sociedad enferma”.

Carlos Royo expuso sus reflexiones mostrando una completa recopilación de datos, gráficos y análisis. En primer lugar, para situar el contexto general, se centró en los aspectos demográficos, comparando la evolución de la población en Europa, China, Estados Unidos y España. “En España vamos a necesitar gente que nos cubra, porque vamos a tener una población muy envejecida en 20 años. Tenemos un problema demográfico en España, habría que repoblar el país y tener en cuenta los flujos migratorios”.

Respecto a la contratación de empleados de otros países, Royo recordaba que el director general de una empresa europea le comentaba que “ahora buscan gente que compartan más idioma y religión para lograr una integración mejor, es más práctico traer gente de Latinoamérica que de África. No es una cuestión de racismo sino de conseguir un mejor ambiente laboral”.

Respecto a las políticas migratorias, Royo subrayó que hay un dato que va a condicionar el futuro. “En China vive el mismo número de personas que la suma del resto del mundo. Esto tendrá consecuencias en los próximos años”.

También expuso un análisis comparativo de la evolución de la población en el mundo entre 2018 y la que se espera en 2050, mostrando el crecimiento demográfico en los países asiáticos, en especial India y China, y países africanos. “Podemos apreciar que más de la mitad de la población es asiática. China e india son poblaciones jóvenes”.

Proyección al 2050

Como conclusiones, el experto señaló que el mayor crecimiento se va a experimentar en África, que India superará a China en población porque hay más jóvenes, que crecerán más los países musulmanes y que en España se reduce el crecimiento demográfico.

Carlos Royo mostró a los asistentes un mapa del mundo que refleja que la mayor demanda de trabajo a tiempo completo antes de la Covid-19 estaba en los países del hemisferio Norte. Pero, como añadió, “la población está en el hemisferio Sur, y si no cuentan con trabajo allí, tienen que emigrar al norte”.

Otro aspecto que Royo recalcó en su exposición fue el índice de “felicidad” de los distintos países. “Los países más felices son los del norte de Europa, porque gestionan bien sus políticas sociales: conciliación, sanidad, escuela, servicios, medio ambiente, posibilidades de trabajo… Si no, no viviríamos allí por el clima. No hay países latinos ni del sur de Europa entre los más felices”.

CUATRO GENERACIONES

El ponente enumeró las cuatro diferentes generaciones, con sus distintas características y puntos de vista, que conviven en la actualidad en las empresas.

La primera, baby boomer, la componen los que tienen entre 50 y 75 años. Comparten valores como fidelidad, constancia, esfuerzo… “Son gente que quizá llevan 20 años en la misma empresa. Hoy impensable. Valoraban la seguridad económica, la confianza, ser respectado, seguir un liderazgo, el riesgo controlado…”.

Los que forman parte de la llamada Generación X tienen entre 35 y 50 años, la mayor parte de la población activa y muchos ocupando posiciones de liderazgo. “Han pasado del modelo analógico al digital, y están más enfocados al trabajo, posición, ganar dinero… El trabajo es su principal foco de atención”.

Los Milennials, que tienen entre 20 y 35 años, presentan valores distintos: quieren disfrutar en el trabajo. “En menos de 15 años han vivido dos crisis y eso va a tener repercusiones en términos sociales, riesgo de apatía… Quieren crecer pero se enfrentan a más paro y menos opciones de crecimiento”.

La Generación Z la componen los menores de 20 años, muchos a punto de empezar su vida laboral. “Usan el móvil para el 95% su actividad, se forman por sí mismos, son críticos, creativos, trabajan a distancia… Pero hay un índice del 42% de paro tanto en la Generación Z como entre los milennials. Un gran problema de la población activa”.

Royo también presentó los resultados de la última Encuesta Gallup de satisfacción laboral, que muestra que solo el 15% de población a nivel mundial están comprometidos con la empresa. “Una reflexión importante para los que dirigen la empresas”. Además, los datos reflejan que los milennials se mueven por otros intereses dentro del mundo laboral: el 90 % de los trabajadores entre 18 y 34 años prefieren beneficios, mejores condiciones sociales, antes que un aumento de salario, frente al 70 % de empleados entre 45 y 54 años, o frente al 66 % de trabajadores de edades entre 55 y 65 años.

El profesor de ESADE quiso también mostrar con un mapa dónde se encuentran la mayor parte de direcciones IP (el conjunto de números que identifica a la interfaz de un dispositivo en la red como un móvil o un ordenador). “Podemos distinguir claramente que la mayor parte de IPs se encuentran en América del Norte, algún punto en el Sur, y en Europa. Donde están los ordenadores, está la evolución tecnológica”. También demostró con un gráfico que en esas mismas zonas es donde internet funciona mejor, ofreciendo una mayor velocidad. “Otra vez las grandes diferencias entre norte y sur, la población del sur no tiene tecnología”.

Royo planteó en su exposición distintas reflexiones sobre qué nos espera tras la Covid-19. Según refleja Statista, “el consumo de antidepresivos en España por cada mil habitantes ha aumentado la media de la dosis diaria de 44,1 en 2004 a 80,4 en 2018…  Y seguro que hemos aumentado con la pandemia. En relación con el trabajo en las empresas, la población que no es feliz, no rinde”.

Las etapas del duelo también se manifiestan en las empresas. “Algunos científicos asocian la situación vivida con la Covid-19 en las empresas a las fases que atraviesas cuando pierdes a un ser querido o un trabajo: crisis, negación, enfado, depresión, después aceptar y aprender, y superarlo. También ha pasado con la Covid en las empresas y los trabajadores. Ahora creo que estamos entre la depresión y la aceptación. La economía sigue hibernada. Por ejemplo, la diferencia que existe entre los restaurantes que aún se lamentan por un ERTE y otros que se han adaptado haciendo comida para llevar”.

En opinión de Royo, también hay que tener en cuenta los diferentes puntos de vista de directivos y empleados sobre cómo se ha gestionado la crisis de la Covid en las empresas. “Los directivos que piensan que lo han hecho bien viven en una burbuja  _señala_ porque el 48% de los trabajadores cree que no ha sido así”.

Respecto a la evolución del empleo en España, Royo cree que “las previsiones dicen que habrá un aumento anual del 2 % entre 2023 y 2026 pero costará un lustro recuperar cifras. Empezamos a ver lo que nos ha pasado y lo que nos ha caído encima”.

En el final de la charla, Royo centró sus reflexiones en algunos cambios del futuro laboral. Respecto al teletrabajo, explicó que en un sondeo realizado entre 200 empresas, confirmaban que, una vez termine la pandemia, permitirán teletrabajar al 61 % de los empleados (con empleos que se puedan realizar a distancia), frente a un 36 % antes de la Covid. “A partir del 2021, casi el 50 % del tiempo de los trabajadores trabajarán desde su casa (antes del covid era un 30%)”. Por sectores de actividad, los que apostarán más por el teletrabajo después del covid, según Royo, serán telecomunicaciones, farmacéuticas, banca y seguros.

Otros cambios que destacó el docente fueron los hábitos de consumo, las fronteras entre ocio y trabajo, el estilo de dirección y el cambio en la fuerza laboral. “En banca, por ejemplo, los clientes ya no van a las oficinas. Y como consecuencias del teletrabajo, se difuminan las fronteras de ocio y trabajo, cambia el estilo de dirección (no hay tanto control de dirección, hay que confiar en los trabajadores) y cambio en la fuerza laboral. Suben los precios de las casas, se buscan en zonas más rurales…”.

Royo recordó que el futuro laboral presenta más cambios. “Más tareas y procesos automatizados, menos encuentros cara a cara y menos viajes de trabajo, el rediseño de los espacios en el trabajo, distintos horarios, colaboradores en remoto…. Y nuevos tipos de trabajo. En los próximos años se buscarán menos tareas mecánicas y automatizadas, físicas y de contabilidad… Más de creatividad, procesamiento numérico, trabajo en equipo”.

El tipo de profesional también variará, según apuntó Royo “Vamos a una sociedad donde los core, los fijos, los indispensables, serán pocos. El resto serán temporales, subcontratados… y la participación de los clientes aumentará (como las opiniones de Amazon). Podrás tener cinco trabajos simultáneos”.

PARTICIPACIÓN DE LOS SOCIOS

Al finalizar, los socios manifestaron sus inquietudes ante el futuro laboral, el componente humanista del cambio de sistema, la crisis de valores, la salud mental, la educación, el teletrabajo y las relaciones sociales, entre otros aspectos.

Royo añadió que en el futuro laboral tras la pandemia “la felicidad no estará en la seguridad, y eso no es malo, hay que cambiar el concepto de seguridad. Pero será complicado porque las personas que no están preparadas por falta de resiliencia o formación. Tendremos que invertir tiempo en educar a nuestros hijos en saber vivir felices con un sistema de bienestar distinto y en la autoconciencia emocional. Si te conoces mejor, puedes dar una mejor respuesta y más efectiva. Y en la reflexibilidad cognitiva, abrir la mente a otras formas de pensar… Las próximas generaciones serán distintas, su trabajo se basará más en compartir información y trabajar en red”.

El ponente finalizó su intervención comentando que “vamos a un modelo de hibridación en todo, como el estudio y trabajo tanto online como presencial”.


Entrevista a Carlos Royo publicada recientemente en La Vanguardia.